En septiembre, el Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina registró una nueva contracción, de 3,3% en comparación com el mismo mês de 2023, reflejando la gravedad de los desafíos económicos que enfrenta el país con el gobierno de Javier Milei. Este retroceso está vinculado a una combinación de factores internos y externos que han debilitado la actividad económica en diversos sectores clave, según los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

A nivel interno, la inflación descontrolada, que supera los tres dígitos anuales en el nível de 209%, sigue reduciendo el poder adquisitivo de las familias, afectando el consumo y la demanda interna. Y eso mismo con las politicas de cortes de gastos de Milei, que prometia acabar con la inflación.

Además, el contexto de tasas de interés altas para contener la inflación ha dificultado el acceso al crédito, limitando tanto el consumo como la inversión privada. Por su parte, el sector agroexportador, golpeado por la sequía y el agotamiento de las reservas, aún así logro crecer en esse período.

Por outra parte, pero, atividades con fuerte peso económico no logran una recuperación, con destaque para la construcción, el comercio y la indústria manufacturera, que tuvieron caídas respectivas de 16,6%, 8,3% y 6,2%.

Externamente, la incertidumbre en los mercados globales y las restricciones cambiarias han complicado las exportaciones argentinas, reduciendo la entrada de divisas en un contexto de severa restricción de reservas internacionales. Esto aumenta la presión sobre el gobierno para cumplir con los pagos de la deuda externa y mantener cierta estabilidad en el tipo de cambio.

De cara al futuro, Milei tendrá el desafío de implementar medidas que estabilicen la economía, restauren la confianza en los mercados y promuevan una recuperación sostenible. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto y lleno de obstáculos, y hasta ahora el Presidente de Argentina aún no consiguío cumplir ninguna de sus promesas.