El reciente avance de los incendios en la región patagónica, que han destruido más de 18 mil hectáreas, ha puesto de manifiesto la falta de capacidad del gobierno de Javier Milei para afrontar las emergencias en el país. A pesar de las advertencias y las previsiones que alertaban sobre un clima favorable para los incendios, la respuesta del gobierno ante esta tragedia ha sido claramente insuficiente, lo que refleja una preocupante falta de preparación y de recursos para gestionar este tipo de crisis.

En el Parque Nacional Nahuel Huapi, una de las áreas más afectadas, los incendios se han propagado sin control, impulsados por altas temperaturas y la ausencia de medidas preventivas adecuadas. En algunos casos, como el de El Bolsón, se ha confirmado que el fuego fue provocado intencionalmente, lo que agrava aún más la situación. El intendente de la localidad, Bruno Pogliano, denunció que los incendios fueron planeados, y a pesar de los esfuerzos de los brigadistas y las autoridades locales, los daños siguen siendo devastadores.

La respuesta del gobierno ante esta emergencia ha sido deficiente, especialmente considerando los recortes presupuestarios implementados en los últimos meses. Desde la llegada de Milei al poder, las políticas de ajuste han afectado gravemente a los sectores responsables de la prevención y gestión de desastres. Las brigadas de combate contra incendios enfrentan limitaciones tanto en recursos materiales como en personal, lo que ha dificultado su capacidad para hacer frente a la magnitud del desastre.

Los recortes en el presupuesto nacional han impactado directamente en el sistema de emergencias y protección civil. Esto ha generado una falta de equipamiento adecuado, escasez de recursos humanos capacitados y una infraestructura deficiente en áreas clave como el manejo de incendios forestales. De hecho, muchos de los incendios en la Patagonia han puesto en evidencia la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno, que, a pesar de haber acordado un protocolo regional para la prevención de incendios, no han logrado implementar estrategias efectivas.

Además, la reducción de personal en los organismos encargados de la protección ambiental y la lucha contra el fuego ha dificultado aún más la gestión de la crisis. La escasez de equipos especializados y el número insuficiente de brigadistas no solo han incrementado los daños materiales, sino que también han puesto en peligro la vida de los habitantes de las zonas afectadas, como lo demuestra las evacuaciones masivas en lugares como Mallín Ahogado.

La situación se agrava aún más debido a los intereses inmobiliarios que, según algunas denuncias de habitantes locales, podrían estar detrás de los incendios intencionales. El temor de que la destrucción del bosque sea una estrategia para facilitar la venta de terrenos ha generado desconfianza en la población. Aunque las autoridades locales y los gobernadores de la región patagónica han expresado su compromiso en la lucha contra los incendios, la falta de un plan de acción claro y la escasez de recursos ponen de manifiesto la ineficacia del gobierno nacional para enfrentar una situación de emergencia.

La tragedia en Patagonia refleja una crisis más profunda que atraviesa el país debido a la falta de inversión en prevención y gestión de emergencias. La política de recortes implementada por Milei ha afectado seriamente la capacidad del Estado para enfrentar desastres naturales y situaciones imprevistas, dejando a la población vulnerable y expuesta a riesgos incontrolables. La respuesta insuficiente ante los incendios en la Patagonia resalta la urgente necesidad de un cambio de enfoque, en el que la protección civil y la preservación del medio ambiente sean prioridades para el gobierno. De lo contrario, Argentina seguirá siendo un país con escasa capacidad de respuesta ante emergencias de gran envergadura, con consecuencias devastadoras para las comunidades afectadas.

Fuente: https://www.eldestapeweb.com/sociedad/incendios-en-argentina/mas-18-mil-hectareas-destruidas-en-nahuel-huapi-denuncian-incendios-intencionales-202524143021