La próxima cumbre del Mercosur promete ser un evento crucial para analizar las tensiones políticas y económicas que atraviesan América del Sur. En este escenario, la figura de Javier Milei se perfila como un actor disruptivo dentro del bloque regional. Su discurso abiertamente crítico hacia el Mercosur, sumado a su visión ultraliberal, lo ha colocado en una posición de aislamiento político en relación con otros líderes del bloque, como Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Luis Lacalle Pou en Uruguay y Santiago Peña en Paraguay.

El periódico Pagina12 recuerda la posición poco favorable del Paraguay sobre Milei: “Para ahondar el mal clima con el que recibirán a Milei, la delegación paraguaya recordó que el presidente argentino fue el único ausente en la última cumbre del Mercosur, en Asunción. En aquel momento, el anarcocapitalista despreció a Peña y se reunió con Jair Bolsonaro, ya entonces investigado por su participación en un golpe de Estado”.

Con un discurso que ha calificado al Mercosur como un “club socialista” y que amenaza con abandonar el bloque si este no se alinea con sus principios de libre mercado, Milei ha puesto en duda la estabilidad de las relaciones intra-bloque.

Milei promueve un enfoque unilateral en política comercial, priorizando acuerdos bilaterales y criticando las limitaciones que el Mercosur impone a sus miembros. Estas posturas chocan directamente con las políticas tradicionales del bloque, que buscan la integración económica y la negociación conjunta de acuerdos con terceros países. La posibilidad de que Argentina se aleje de este esquema ha generado tensiones no solo con Brasil, el principal socio comercial de Argentina, sino también con Uruguay y Paraguay, que buscan mantener la cohesión del Mercosur en un momento de desafíos globales. Según Pagina12, “Lula ya ha acordado con los mandatarios el confinamiento diplomático de quien declaró ante The Economist que su ‘desprecio por el Estado es infinito’, sin reparar que en Latinoamérica la estatalidad ha sido la generadora –a diferencia de Europa– de la sociedad civil.”

Pero la relación entre Argentina y Brasil es crucial para el funcionamiento del Mercosur. Brasil es el principal destino de las exportaciones industriales argentinas, y Paraguay y Uruguay también desempeñan roles clave en sectores como la agricultura y la energía. Un aislamiento dentro del Mercosur podría tener consecuencias graves para Argentina, afectando su capacidad para acceder a mercados clave y negociar acuerdos comerciales en igualdad de condiciones.

Además, la posible desvinculación de Argentina del Mercosur podría debilitar la posición del bloque en el escenario internacional. La negociación conjunta ha sido una de las principales fortalezas del Mercosur en acuerdos con actores globales como la Unión Europea y China.

El estilo confrontativo de Milei no solo ha generado tensiones dentro del Mercosur, sino que también ha influido en cómo otros países de la región perciben a Argentina. Líderes como Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia han expresado críticas hacia las ideas de Milei, incluso durante las visitas de Milei a sus países.

En el escenario internacional, las posturas de Milei también generan incertidumbre. Su alineación con países como Estados Unidos e Israel, junto con su retórica contra China y el multipolarismo, podría alejar a Argentina de foros internacionales clave, limitando su capacidad para atraer inversiones y participar en acuerdos globales. Pagina12 recuerda que “Lula es el nexo con los BRICS+ donde se concentran gran parte del comercio extrarregional y dos de los socios comerciales más importantes de Argentina.” Ahora Milei conocerá uma situación difícil en la cumbre de Mercosur por sus proprias decisiones, e Donald Trump no puede livrarle de las consecuencias de sus acciones.